Volver a Patagonia
El sur argentino fue descripto por Juan Bautista Alberdi como una tierra árida y desolada, que distante a quinientas leguas, la poblaban gigantes imaginarios.
¿Quién pudo imaginar que el avión sería herramienta para vencer las enormes distancias de la Patagonia?
Este sueño comienza con el Coronel Mosconi, quien hace realidad la Ley ( del 17 de agosto de 1922) que permite instalar una línea aeropostal y transporte, desde Carmen de Patagones y Ushuaia, con combinación del ferrocarril entre Buenos Aires y Carmen de Patagones.
Son los primeros aviadores: Mermoz, Parodi, Almonacid, Newbery y Vachet, quienes fueron recibidos, en 1929, por Rufino Luro Cambaceres, en el aeródromo de la Villa Harding Green, pista construida en la estancia de su propiedad ( Mayor Buratovich, Prov. de Buenos Aires).
Luro nació en Buenos Aires, el 14 de octubre de 1895, hijo de Susana Cambaceres y Rufino Luro. Alcanzó estudios universitarios, graduándose en Agronomía y Veterinaria. Se radicó en Bahía Blanca, donde desarrolló tareas rurales y deport es mecánicos.
En 1913, un aviador de la época heroica, Bartolomé Cattaneo, llega a los campos de Luro y realiza exhibiciones en un BLERIOT de 50 H.P. Aquel día, Luro hace su bautismo de vuelo. Entusiasmado por sus experiencias de navegación aérea, en 1922 adquiere un biplano Curtiss Estándar de 150 caballos, que nombró "El Chara" (nombre que se le da al pichón del avestruz).
Recibió su formación junto a Domingo Irigoyen, del instructor Sr. Francisco Ragadale. En una reunión celebrada en el Club Argentino, durante 1924, Luro propuso la fundación del Aéreo Club de Bahía Blanca.
En 1926, el 30 de agosto rindió examen para ser habilitado como piloto aviador, utilizando un biplano Curtiss de 160 caballos. Tres años más tarde, se incorpora en forma honoraria, a la Aeroposta Argentina, interviniendo en la organización del tramo Comodoro Rivadavia - Bahía Blanca, extendiéndose luego, hasta Río Gallegos.
Lejos de lo que la mayor parte de la gente supone, en esta línea, luego del viaje inaugural realizado por Saint Exúpery-Mermoz en monoplano LATE 25 y 28, sus operaciones fueron efectuadas en su totalidad por pilotos argentinos. Antoine de Saint Exúpery describió así a su amigo Rufino Luro Cambaceres: "...era de hermosa estirpe, de la que afronta al mundo con todo el cuerpo, de la que no se perdona esfuerzo alguno.
No rechazaba adversario. Se comprometía por entero en sus actos. Se ofrecía como presa de los vientos, igual que un árbol..." En 1929, se incorpora a la Aeroposta Argentina, cumpliendo como aficionado su deseo de volar sobre la Patagonia.
El Gobierno Nacional, en 1931, encarga a Luro Cambaceres, la dirección de la Aeroposta Argentina. Éste, en 1935, se retira para formar parte de la Compañía Argentina de Transportes Aéreos.
En esa oportunidad, dice: "...con ti midez que parecía, en ese momento alejada de mí, se me presentó en el azul del cielo recortado en el horizonte, esa tierra que se extendía tan amplia y sin palabras..." ( Huellas 180° de R. Luro Cambaceres). En 1931, aterriza en Ushuaia, realizando el primer vuelo con escala en Río Grande.
Rufino Luro Cambaceres es el piloto que llevó las alas argentinas a la parte más austral del continente americano, por eso fue llamado: "Baqueano de los cielos patagones". Cumplió como piloto, 10.500 horas de vuelo. Por su conocimiento de la zona y su destreza para llegar a destino en vuelos de niebla, nevadas, lluvias, no dejó de cumplir un solo correo aéreo.
Cubrió un período fundamental en la historia de la aviación comercial argentina que contó con su carácter criterioso y desinteresado, para realizar las operaciones sobre la zona que él amaba. No fue fácil su tarea, ya sea por las condiciones y la escasa información meteorológicas, vientos huracanados, cartografía poco clara e instrumental insuficiente de los aviones.
Por su actuación destacada como piloto, la Escuadra Naval, lo distingue con el título de Piloto de Reserva de la Armada Nacional. Rufino Luro Cambaceres expresó sus experiencias a través de la literatura. Fue autor de las obras: Rumbo 180°; Huellas del Cielo Austral y el libro de poesía: Al margen. Rufino Luro Cambaceres muere el 4 de junio de 1970.
Fue ejemplo de los pilotos que comenzaron nuestra aviación, hombres que volaban impregnados de aceite de ricino, sin radio y leyendo en el suelo las referencias de la ruta.